Tenlo todo, no renuncies a nada… estas son algunas de las frases que podemos escuchar o ver en anuncios publicitarios. Algunos de estos mensajes van aún más lejos y nos proponen el “Todo” como una forma de ser “Se todista”.

Muchos de los adolescentes que veo habitualmente tienen siempre el último móvil con todas las prestaciones, pueden ver todas las series y películas de forma inmediata, han tenido todas las experiencias de ocio que uno se pueda imaginar pero sienten que su vida no es del todo completa, parece que siempre les falta algo porque sienten que nunca tienen Todo, y todo les parece poco.

No es infrecuente ver chicos y chicas con sentimientos de rabia y frustración y padres y madres que nos dicen “ Se lo he dado Todo…”

Si analizamos con más detenimiento las frases publicitarias nos damos cuenta de las falacias que esconden.

Tenlo todo: ¿Se puede realmente tener todo? Parece que es algo prepotente pensar que es un objetivo alcanzable. Si de verdad nos los creemos lo único que conseguimos es estar con un sentimiento de frustración constante por no alcanzar nunca el objetivo.

“No renuncies a nada”. Cualquier decisión que tomemos implica una renuncia. Esta es otra de las falacias que han calado muy hondo en los chicos que se piensan que pueden conseguir lo que quieren sin renunciar nunca a lo que les apetece.

El tercer mensaje, incita al todo como una forma de ser. Conseguir Todo se convierte así en una forma de enfocar la vida, que como ya hemos visto, puede ser bastante frustrante.

He rescatado una posible alternativa a ser Todista que nos hacía Antonio Machado cuando nos habla de caminar ligero de equipaje...

“Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar…”

Aprender a caminar ligero de equipaje es algo que se aprende y podemos enseñar a nuestros hijos. Algunas claves de esta enseñanza pueden ser:

• Revisar nuestro propio equipaje.

• Darles a los hijos lo que les hace falta pero no más de lo que les conviene.

• Enseñarles que en todas las decisiones hay una parte de renuncia.

• Mostrarles la diferencia entre lo que quiero y lo que me apetece.

• Ayudarles a desprenderse de lo que no le hace falta.

• Aprender a disfrutar de lo que tienen.

• Acompañarles en la elección de aquello que les hace sentirse completos.

Podemos elegir... ¿Ligeros de equipaje o Todistas?

David González | Psicólogo Col. Nº M-19141

Centro Psicológico Loreto Charques

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