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  • Foto del escritorCentro Psicológico Loreto

El reto de escuchar a los adolescentes.


Una de las grandes quejas de los padres y madres con hijos adolescentes es “Mi hijo ya no se comunica conmigo”. En el proceso evolutivo sano del adolescente se produce una separación de los padres que conlleva una menor interacción con ellos. En esta separación los adolescentes ya no cuentan todo a sus padres y madres pero siguen comunicando de otra manera. La clave está en saber desaprender la forma de escuchar que teníamos de escuchar a nuestros hijos y aprender una nueva forma de escucha. Vamos a dar algunas pistas de cómo hacerlo basándonos en los axiomas de la comunicación humana de Paul Watzlavik.

El primer axioma indica que es imposible no comunicar. Escuchar a los adolescentes, implica traducir lo que nos comunican de otra forma. Se puede comunicar con lo que se dice, con lo que no se dice, con la forma de decir las cosas... Un silencio, por ejemplo puede significar cosas muy distintas para un adulto y para un adolescente…

(Mira el siguiente vídeo y lo comprenderás)

Escucha el silencio


El segundo axioma de Watzlavik nos plantea que existen dos niveles: uno de contenido y otro de relación. Darse cuenta de esto nos puede ayudar a evitar muchas discusiones larguísimas y eternas. Uno puede estar toda una tarde discutiendo sobre el contenido “forma de vestir“, pero no darse cuenta que lo que está comunicando en el plano de relación es que, en la relación con los padres, quiere aumentar su grado de autonomía. Si la escucha se amplía a este nivel de relación, es más probable que comprendamos mejor lo que nos están comunicando.

El tercer axioma nos habla de la puntuación. Nuestra forma de interpretar, los prejuicios que tenemos sobre la juventud desde nuestra adolescencia, pueden ser elementos que distorsionan la comunicación con el adolescente. ¿Habéis pensado alguna vez las diferencias entre nuestra adolescencia y la de ahora? En ciertas ocasiones conviene inhibir la tendencia a hacer juicios de valor para poder escuchar con claridad.

Si nos fijamos solo en lo que dicen, seguramente nos perdamos mucho de lo que nos quieren comunicar. En el siguiente vídeo vemos cómo una chica le dice a su padre ¿Para qué hablas? o ¡¡Vete!!… Lo que parece que está pidiendo en realidad es que se quede con ella… ¿Qué hubiera pasado si el padre se hubiera fijado solo en el contenido de lo que dice su hija?

¿Para qué hablas?


Como dice Víctor Kupers, los conocimientos y las habilidades suman y la actitud multiplica, por tanto, si queremos escuchar a los adolescentes debemos tener una actitud de escucha activa y de auto escucha.

¿Os animáis?

David González | Psicólogo Col. Nº M-19141

Centro Psicológico Loreto Charques

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