Centro Psicológico Loreto
Automatismos.

Cada vez más la publicidad nos invade con distintas ayudas tecnológicas a prácticamente todo lo que rodea al ser humano: viviendas inteligentes equipadas con domótica, aplicaciones para el smart-phone cada vez más ingeniosas y de todos los tipos, ayudas en la conducción para los nuevos vehículos, etc. Es cierto que muchos de estos nuevos automatismos que nos vamos encontrando prácticamente semana a semana nos están haciendo ya la vida mucho más fácil. Reducen nuestra carga de gestión mental de aspectos que pueden reducirse a algoritmos y, es verdad, facilitan mucho nuestras vidas.
Pero, ¿son estas tecnologías realmente tan buenas y repercuten de manera tan beneficiosa como a primera vista nos puede parecer?
Quiero mencionar en este artículo una nueva tendencia y estrategia en la venta de coches que requieren un análisis por sus repercusiones en el público general y en particular los niños. Cada vez es más habitual usar en el reclamo publicitario para la venta de coches recalcar las distintas ayudas tecnológicas con que se equipa el vehículo, como el avisador del cambio de carril involuntario, avisador ante un nivel de somnolencia alarmante para la conducción, asistencia para el aparcamiento, frenada de emergencia ante colisión... Algunos de estos elementos son los llamados elementos de la seguridad vial “pasiva” ya que funcionan a posteriori a la acción humana, por contra a los elementos seguridad vial “activa” en la que el conductor interviene de manera consciente ante las situaciones diversas de la conducción.
En general, los nuevos vehículos que llegan van a permitir conducir “más despreocupados”, menos conectados con el entorno y en condiciones de menor alerta con la conducción y los potenciales riesgos de la seguridad vial.
Durante mucho tiempo se ha insistido en los elementos de la seguridad vial activa a través de campañas de concienciación de los conductores y peatones, así como de educación en los distintos elementos de la seguridad vial en los más pequeños.
La DGT también ha ido haciendo un recorrido significativo pasando desde las “campañas del miedo” a las de la “concienciación”. Igualmente los colegios contemplan de manera más eficaz la educación en materia de seguridad vial en sus currículos, aspectos todos ellos muy positivos.
En todo caso, esta nueva moda de seguridad vial pasiva debe ser complementaria a la seguridad vial activa (la basada en la concienciación y la educación en la prevención de accidentes). Nunca sustituirla. Y sospecho que los últimos “spots publicitarios” nos dirigen un poco a esto para lograr un mayor impacto de venta. La tendencia actual de las marcas de coches de publicitar vehículos que frenan en seco por un descuido del conductor (en ocasiones bastante absurdo y remediable si realmente estuviese conectado a la conducción) resulta cuanto menos engañosa y preocupante.
No debemos perder de vista seguir educando a los niños y adolescentes en seguridad vial activa, y como conductores no relajarnos demasiado a pesar de las mejoras y ayudas crecientes a la conducción. Al mismo tiempo de ser conscientes de la transición tan importante que estamos viviendo en materia de desarrollo tecnológico y ser responsables con el uso de los automatismos y tecnologías de apoyo a la conducción.
¿Siguiente parada? El coche totalmente autónomo.
Sergio Algar | Psicólogo Col. Nº M-22702
Centro Psicológico Loreto Charques
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