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Los cambios del cerebro adolescente.



Adolescentes
Adolescentes

Conocer los cambios biológicos que se dan en el cerebro de los #adolescentes facilita en gran medida la comprensión de esta etapa, que a menudo resulta difícil de gestionar, tanto como para ellos como para sus padres. Por ello durante este artículo vamos a relacionar esos cambios cerebrales con las conductas de riesgo, el mal control de los impulsos, la falta de #autoconciencia, la búsqueda de aceptación social, esos cambios bruscos en el estado de ánimo…etc.


El proceso de neurodesarrollo -o maduración cerebral- comienza en el momento de la concepción continuando hasta los 20 años aproximadamente, no es hasta los 21 o 22 años cuando la parte del sistema de inhibición de nuestro cerebro (supongo que para los padres que estáis en estos momentos en esta etapa, este dato no os está dando muchos ánimos), el córtex prefrontal, no termina de madurar lo que impide que se reflexionen las cosas o se sopesen los peligros de manera adecuada.


Al igual que los cambios que se producen durante los 3 primeros años de vida, los cambios que se producen durante la adolescencia son igual de llamativos, en ambas etapas los cambios vienen dados por un rápido crecimiento físico acompañados de importantes cambios de la estructura cerebral, es por ello por lo que su conducta, sus emociones, sus relaciones sociales y su forma de pensar, serán susceptibles de sufrir un gran cambio.


Durante la adolescencia el cerebro sufre una reorganización. Algunas de sus áreas aumentan de tamaño mientras otras lo reducen, además está sometido a un intenso baile hormonal que nos lleva a comportamientos imprevistos e incomprensibles y molestos para los adultos.


Cambios Hormonales:


Evidentemente las hormonas sexuales marcan diferencias entre chicas y chicos. Pero no solo eso sus proporciones, su aparición (antes en chicas que en chicos) y sus patrones son distintos: cíclico en las chicas, continuo en los chicos.


En los chicos el baile hormonas tiene fundamentalmente a dos protagonistas: la #testosterona (la cual se multiplica por veinte desde los 9 años hasta los 15 años. Provocando una masculinización de su cuerpo y de sus pensamientos (comienzan a mostrar un elevado interés por la sexualidad y el placer). La testosterona además favorece la liberación de la #serotonina, que tiene un papel importante en la regulación de la agresividad, y estimula la competitividad (de ahí su interés por el deporte) y la independencia. La #vasopresina sería causante de conductas más territoriales (SU habitación, SUS cajones… etc.)


En el caso de las chicas son los #estrógenos y la #oxitocina las hormonas predominantes, ellas comenzaran a valorar aún más si cabe las relaciones sociales y las conexiones emocionales (apariciones del amor platónico) en este periodo de tiempo. Los estrógenos activan la liberación de #dopamina (placer) y de oxitocina (apego), las conversaciones íntimas con sus amigas fortifican estas relaciones sociales, ocupando su grupo de pares una posición ventajosa ante aquellos padres que antes lo eran TODO. Estas dos últimas demás, condicionan una maduración más precoz de las regiones frontales que procesan el lenguaje, el control del riesgo, la impulsividad y la agresividad.


Como veis comenzamos a tener ingredientes para un buen cóctel de drama adolescente, ellas sumergidas en el amor romántico y en la amistad verdadera, convencidas de saber más que algunos adultos que parecen no entender nada, ellos con su instinto “reproductor” más activado que nunca, con ganas de experimentar y dejarse llevar por la diosa afrodita.


En ambos casos (aunque se hace más notable en el caso de los chicos debido a sus niveles más altos de testosterona) los adolescentes comienzan a dormir más que en la niñez llegando a descansar entre 9 y 10 horas al día aproximadamente. Durante la adolescencia, el #ritmocircadiano del cuerpo se reajusta, los adolescentes fabrican la hormona cerebral #melatonina más tarde por la noche que los adultos y los niños, lo que hace que les resulte más difícil conciliar el sueño e indica al adolescente que se duerma más tarde por la noche y que se despierte más tarde por la mañana. Teniendo en cuenta que los adolescentes por su horario escolar deben despertarse entre las 6 o 7 de la mañana… ¿en serio creéis padres que se irán dormir a las 9 con todos esos estímulos (móviles, tv, videojuegos, lo que sea que es más divertido que irse a dormir)? Nooooo además los cambios en los circuitos cerebrales tampoco se van a posicionar de vuestra parte padres, continuad leyendo.


Cambios en circuitos cerebrales:


Gracias a técnicas de resonancia magnética, se ha podido obtener información muy interesante y antes desconocida, acerca de lo que ocurre en el cerebro. Con ella, han aparecido nuevas teorías que compiten seriamente con las de las hormonas de las que tanto se ha hablado estos años.


Durante la adolescencia el cerebro sigue perfeccionando y fortaleciendo las capacidades cognitivas, habilidades que consolidarán los circuitos que las sustentan a través de sinapsis (conexiones entre neuronas) más rápidas y más maduras. Pero sin embargo aquellas habilidades que no practique, usarán menos los circuitos que las sustentan produciendo una “poda neuronal”. Por lo que es posible que al llegar a la adolescencia observemos un pequeño (o gran) retroceso en la conducta de nuestros hijos. Además, muchas enfermedades mentales importantes comienzan a aparecer en la adolescencia, por lo que los investigadores estudian la posibilidad de que la poda sináptica sea su causa.


La sede principal de estos circuitos es la corteza prefrontal, que como ya dijimos es la última en madurar, ella se encarga de la toma de decisiones, la planificación de tareas y tiempos, la inhibición de un comportamiento inadecuado, anticipación de consecuencias… y es la sede de nuestra “conciencia” de ahí la fama de los adolescentes de impulsivos, desafiantes, desorganizados y de tropezar en ocasiones con la misma piedra. Todo ello se encuentra conectado con un #sistemalímbico que responde con más fuerza que en los adultos, este sistema nos permite procesar emociones y recompensas. Cuando nos lo estamos pasando bien, cuando hacemos cosas emocionantes, el sistema límbico nos recompensa con una descarga de #dopamina, lo que nos produce una sensación placentera. ¿Os acordáis eso de irse a dormir a las 9? ¡Cualquier cosa puede ser más placentera que irse a dormir a las 9 para un adolescente! ¿Os suenan esas películas sin sentido sobre porque llegaron 15 minutos tarde?


Sin duda la adolescencia es una etapa complicada para todos, pero siendo bien entendida por ambas partes son una buena oportunidad para invertir en su educación y en altas dosis de paciencia, recordad todo pasa y sobretodo… “ los días son largos pero los años son cortos” ya recordaremos esta etapa con una sonrisa.


Esmeralda Armada Ortega

Psicóloga Col. Nº M-29040

Centro Psicológico Loreto Charques

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