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  • Foto del escritorCentro Psicológico Loreto

Sufrimiento: ¿Patología o adaptación?



Con cada siglo que pasa, el ser humano optimiza su existencia. La evolución ha dado un salto con nosotros. Somos la única especie, que en lugar de adaptarse al entorno, adapta el entorno a sus necesidades. Crece nuestra calidad y esperanza de vida. Tenemos todos los lujos a nuestro alcance, cada vez con menos tiempo de espera, gracias a Internet, y sin embargo, el #sufrimiento sigue siendo parte muy importante de nuestras vidas.


Estos propios avances son parte del problema, cada vez tenemos que trabajar menos para conseguir lo que queremos, los tiempos son menores, se ha perdido el sentido del #sacrificio, la capacidad de esperar al momento adecuado, la necesidad de entender los procesos en pasos, tiempo y #esfuerzo. Lo que comenzó siendo un privilegio, se ha convertido en una necesidad. Vivimos en la era de la #inmediatez.


Si lo extrapolamos al mundo de la #psiquiatría y la #psicología, las propias #emociones se han convertido en un estorbo. No entra en nuestros planes sentir nada que enturbie nuestra placidez en el día a día. Hasta tal punto, que el mercado se ha hecho eco y hemos llegado a medicalizar y diagnosticar todo lo que no nos complace. Todo tiene un diagnóstico y un tratamiento.


Todo parte de la definición de salud, como liberación de la angustia física o mental. La curación es la causa de la salud. El sufrimiento adopta, a partir de estas máximas, la equivalencia de anormalidad neurobioquímica. Por lo tanto, siempre debe haber procesos anormales bajo el “síntoma”.


Este es un tema peliagudo en psicología y psiquiatría, pues ninguno de los síndromes más comunes, descrito por el #DSM (Manual Diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales) cumple los criterios de la #OMS (Organización Mundial de la Salud) como enfermedad. El DSM contiene los criterios, que la mayoría de los profesionales de la salud mental, usa para diagnosticar las correspondientes patologías. Éste, y otros problemas, están descritos por los propios autores del DSM:


  • Alta tasa de coincidencia de síntomas entre diferentes trastornos. Lo que significa que las definiciones nos son exactas. Existen coincidencias entre diagnósticos. No hay síntomas distintivos.

  • Esto último significa también que no suele haber tratamientos específicos. Un mismo tratamiento es utilizado en diferentes enfermedades.

  • Resta importancia al sufrimiento subjetivo causado por el síndrome. Se describen signos objetivos.

  • Se centran en la descripción de signos y síntomas actuales, dejando de lado las causas del problema.

  • Puede caer en el error de convertir en patológicos, procesos que son normales, adaptativos y necesarios, pero desagradables.


El mercado está diseñado para complacer, y siempre hay algún producto especialmente diseñado para nuestro problema. No existe la pastilla de la felicidad, pero si montones de fármacos desarrollados para resolver determinadas patologías, que mal empleados, pueden dar salida a nuestra nueva necesidad de no sentir, de no sufrir.


Esto no quiere decir que no existan las enfermedades mentales, o trastornos susceptibles de ser tratados. Significa que hay que trabajar aun mucho en el desarrollo de las entidades diagnósticas para poder discriminar adecuadamente entre patologías, y desarrollar tratamientos adecuados. Pero por otro lado, también es muy importante no caer en la trampa de patologizar cualquier tipo de sufrimiento. No todo requiere de una pastilla para ser sanado.

La medicación es muy importante en ocasiones, indispensable en otras, pero no debemos abusar de la medicalización. Muchas veces lo más sano es conocer la pasos del proceso, sea cual sea, y las estrategias para acortar y optimizar el proceso. Para ello están los profesionales de la psicología, que nos ayudarán a entender lo que nos pasa. Trabajarán contigo para que el proceso fluya y se resuelva, en lugar de enquistarlo evitándolo, ya sea con medicación, comida, alcohol, drogas, sexo, juego, deporte y/u otras conductas, que usadas de manera compulsiva, pueden estar cumpliendo la función de evitarnos sentir, y que no nos enfrentemos al problema que se esconde detrás.


No olvides que los psicólogos no están solo para resolver penurias, también están para potenciar nuestras fortalezas. Si necesitas #crecer, desarrollar #habilidades, y aumentar tu #proyección #profesional, #social o #familiar, también son los profesionales adecuados para la tarea.


Si te reconoces en estos párrafos, no dudes en contar con nosotros. Encontrarás un amplio equipo de profesionales preparados para lo que necesites.


Javier Hernández Matas | Psicólogo Col. Nº M-20253

Centro Psicológico Loreto Charques

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