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Foto del escritorCentro Psicológico Loreto

El pensamiento divergente, otra forma de creatividad.


El pensamiento divergente, otra forma de creatividad.
El pensamiento divergente, otra forma de creatividad.

El pensamiento divergente, otra forma de creatividad.

 

¿Alguna vez te has sorprendido con las ocurrencias de tu hijo? Con esa forma inesperada de ver el mundo, de proponer soluciones que ni siquiera te habrías imaginado, es un reflejo del pensamiento divergente. Y, aunque suene a algo complicado, te aseguro que es más simple de lo que parece.


¿Qué es el pensamiento divergente?


El pensamiento divergente es básicamente la capacidad de generar múltiples ideas o soluciones para un mismo problema. A diferencia del pensamiento lógico o convergente, que se enfoca en encontrar una única respuesta correcta (como en las matemáticas), el pensamiento divergente abre todo un abanico de opciones, permitiendo que las ideas fluyan en todas direcciones, como si de ramas de un gran árbol se tratara. Como si tu hijo no viera una única salida, sino varias salidas posibles para resolver cualquier reto que se le presente.


Para que quede más claro: Imagina que le preguntas a tu hijo para qué puede usar un ladrillo. Un pensamiento convergente te diría: "para construir una pared". Pero el pensamiento divergente podría responder: "como un pisapapeles, para sostener la puerta, o incluso para hacer un juego de equilibrio". ¡Boom! Ahí está la magia.

 

¿Por qué es importante fomentar el pensamiento divergente en nuestros hijos?


Vivimos en un mundo que cambia a toda velocidad. Los trabajos, las tecnologías y hasta los problemas que enfrentarán tus hijos en el futuro serán muy diferentes a los de hoy. Por eso, enseñarles a pensar de forma creativa y flexible es uno de los mejores regalos que podemos hacerles como padres.


El pensamiento divergente ayuda a los niños a:


  1. Ser más creativos: Les permite explorar ideas nuevas y originales, además les permite abordar desafíos desde diferentes ángulos, lo que les hace ser más resolutivos ante los desafíos del día al día.

  2. Ayuda a controlar la frustración: En lugar de rendirse ante un reto, pueden ser capaces de buscar diferentes formas de abordarlo.

  3. Adaptarse mejor a los cambios: Al estar acostumbrados a pensar en muchas soluciones, estarán más preparados para enfrentar lo inesperado, mostrándose más flexibles y percibiendo estos cambios como oportunidades.

  4. Desarrollar confianza en sus ideas: Saber que no hay una única respuesta correcta les da seguridad para expresar sus propias ideas. Además, los niños pueden se sienten más capaces de expresar sus emociones, ideas y pensamientos.

  5. Desarrollar su autoestima: Al explorar diferentes soluciones y ser valorados por su creatividad, no verse tan atascados en los diferentes retos o dificultades, los niños van ganando confianza respecto a sus aptitudes y capacidades.

 

Cómo fomentar el pensamiento divergente en casa


Ahora, vamos a lo práctico. ¿Cómo puedes, desde casa, ayudar a tus hijos a desarrollar este tipo de pensamiento? Aquí van algunas ideas:


  • Preguntas abiertas y resolución de problemas: Evita las preguntas con una única respuesta correcta, cuando se le presente un problema.  Presenta un desafío sencillo, como “¿Cómo harías para transportar agua sin usar un recipiente?” y deja que encuentren soluciones creativas.

  • Anima a explorar nuevas ideas: Si tu hijo te cuenta una idea que te parece "loca", no la descartes. Pregunta más, sigue el hilo de su pensamiento. Puede que te sorprenda hacia dónde los lleva su imaginación.

  • Permite el error: A veces, nos enfocamos tanto en que nuestros hijos hagan las cosas "bien" que olvidamos lo importante que es equivocarse. El error es una puerta de entrada a nuevas ideas. Si se equivocan, en lugar de frustrarse, ayúdales a ver qué otras opciones tienen.

  • Juegos y actividades creativas: El juego es una excelente forma de desarrollar el pensamiento divergente. Jugar con bloques, dibujar libremente, inventar historias juntos o simplemente construir cosas sin instrucciones son actividades que estimulan el cerebro de maneras increíbles. Otra opción puede ser jugar al juego de las preguntas locas o al ¿Qué pasaría si…? Lanzando preguntas como "¿Qué pasaría si los perros pudieran hablar?", "¿Qué harías si te volvieras invisible por un día?". Las respuestas que vas a recibir seguro te harán reír, pero también ayudarán a tu hijo a explorar nuevas ideas.

  • Valora la curiosidad: Si tu hijo te pregunta el porqué de todo, ¡celebra esa curiosidad! Cada pregunta es una puerta hacia el pensamiento divergente. Anímalo a que busque diferentes respuestas, incluso si no son las convencionales.

 

Como padres, nuestra misión es acompañar a nuestros hijos en su desarrollo. A veces, tenemos que olvidarnos de las soluciones rápidas o de lo que creemos que es "correcto" y dejarlos explorar su propio camino. Y una de las mejores maneras de hacerlo es dándoles el espacio y la libertad para pensar fuera de la caja. Porque ahí, en esas ideas que parecen locas, está el germen de una mente creativa y flexible, que es justo lo que necesitan para enfrentarse al mundo que les espera.

 

Esmeralda Armada Ortega

Psicóloga Col. N.º M-29040

Centro Psicológico Loreto Charques

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