La importancia de los pensamientos en la calidad de vida.
Una actitud optimista frente a la vida puede ayudar al cerebro a luchar contra los miles de pensamientos negativos que le van a ir llegando a lo largo del día.
Si cada vez que llega a nuestra mente un pensamiento negativo, nos resistimos a él, nos oponemos o lo negamos, ese pensamiento va a persistir y permanecer en nuestra mente una y otra vez.
Lo primero que tenemos que hacer es identificar nuestros patrones de pensamientos negativos que nos surgen de manera automática, y que provienen de nuestras creencias fundamentales.
Dichas creencias están llenas de sesgos o lo que llamamos “distorsiones cognitivas”, y son las que originan gran parte de esos pensamientos negativos.
Nuestro cerebro tiende a actuar de manera rápida, para proporcionarnos la mayor tranquilidad posible, y es entonces cuando aparecen las filtraciones negativas y la rigidez mental.
Nuestros pensamientos no deben ser los jueces de nuestra vida, y siempre debemos poner en duda su veracidad, cuestionándolos y observando si son verdaderamente fiables.
Para esto se necesita mucha autobservación y un buen conocimiento de uno mismo.
Conversar con la mente nos dará también muchas pistas. Esta puede ser una aliada o una enemiga…
Indaguemos sobre lo que sentimos o pensamos, y exploremos nuevas perspectivas…
No reaccionemos; detengámonos un instante a observar los pensamientos y a analizarlos.
Todas las respuestas están en nosotros, y todos los bloqueos en nuestros temores, nuestras carencias y formas de ver el mundo.
Si no profundizamos o no analizamos las situaciones, continuaremos reaccionando o culpando a los otros de nuestros actos.
Si lo hacemos, tendremos la valiosa oportunidad de comprender qué es lo que realmente sucede en nuestro interior para que pensemos y actuemos así.
¿Y acaso no es interesante conocernos un poquito más cada día?
María Jurado Madico
Psicóloga Col. Nº M-08685
Centro Psicológico Loreto Charques
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