¿Tienen alguna relación la Celiaquía con el TDA-H?, ¿qué dicen los estudios?
- Centro Psicológico Loreto
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¿Tienen alguna relación la Celiaquía con el TDA-H?, ¿qué dicen los estudios?
Durante los últimos años la enfermedad celíaca es mucho más conocida por la población, y así mismo aparecen en el mercado cientos de productos para personas que padecen esta enfermedad.
A la par cada vez se llevan a cabo más estudios, desde el campo de la medicina y las neurociencias, acerca de los trastornos del neurodesarrollo y las condiciones autoinmunes. Entre estos estudios, no se han quedado a parte estudios que intentan conocer si hay una mayor prevalencia de celiaquía entre las personas con TDA-H que entre en la población general.
Su posible asociación sería importante de cara al diagnóstico y tratamiento de ambos trastornos.
Recordemos... Qué es la celiaquía: es una enfermedad autoinmune en la que el consumo de gluten (proteína presente en el trigo, cebada y centeno), provoca una respuesta inmunitaria que daña la mucosa del intestino delgado. Se estima que la padece el 1% de la población mundial. Los síntomas pueden son muy variados, desde problemas digestivos como diarrea, dolor abdominal y pérdida de peso, hasta manifestaciones no digestivas, incluyendo alteraciones neurológicas, fatiga extrema, anemia, dermatitis herpetiforme y retraso del crecimiento, etc.
Por otro lado el TDA-H, trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, es un trastorno del neuro desarrollo que se presenta con síntomas de inatención, impulsividad y en algunos casos hiperactividad, TDA o TDA-H. Los síntomas influyen en rendimiento escolar, laboral y en la socialización. Es uno de los trastornos más comunes en niños, con una prevalencia del 5-7% en la población infantil, y que persiste en la edad adulta.
¿Hay estudios sobre la relación entre TDA-H y celiaquía?
Hay diversos estudios epidemiológicos y clínicos que han intentado esclarecer si existe una relación entre ambos trastornos. En algunos se han observado que niños con TDA-H presentan una prevalencia mayor de anticuerpos relacionados con la celiaquía, y también de diagnósticos confirmados de esta enfermedad. Sin embargo, los resultados aún son heterogéneos y no poseen evidencia científica.
Existe un metaanálisis publicado 2018, que revisó múltiples estudios y encontró que la prevalencia de celiaquía en niños con TDA-H parecía ser superior al 1% de la población general, con cifras cercanas al 2-3%. De nuevo se sugiere que puede haber una asociación, pero no tiene por qué ser necesariamente causal.
Además en otros estudios se han dado resultados que anotan que algunos niños con TDA-H mejoran sus síntomas tras una dieta sin gluten, lo que ha llevado a plantear que en ciertos casos, la eliminación del gluten puede contribuir a la mejoría clínica. Sin embargo, la comunidad científica aún debate seriamente si la dieta sin gluten debe ser recomendada de manera rutinaria en niños con TDA-H sin diagnóstico de celiaquía.
La hipótesis en las que se basan estos estudios son que la disfunción inmunitaria de la celiaquía está relacionada con la inflamación y puede influir en el desarrollo neurológico y en la función cerebral, contribuyendo a síntomas similares a los del TDA-H. Así mismo la inflamación crónica es una de las causas principales de la mala absorción de nutrientes esenciales (por ejemplo, zinc, hierro, vitaminas del complejo B, etc.) que son claves en la neurotransmisión y la función cognitiva. De este modo podrían mimetizar o exacerbar la sintomatología del TDA-H.
Otras hipótesis son las basadas en que la genética y ciertas características ambientales pueden predisponer a los individuos a desarrollar tanto trastornos de autoinmunidad como trastornos neuroconductuales. Pero de nuevo esta relación sigue siendo objeto de investigación.
En la práctica clínica, si se hallara evidencia científica sobre esta relación, la detección precoz y el tratamiento de la enfermedad mediante una dieta sin gluten podrían mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Por otro lado, no todos los niños con TDA-H deben someterse a pruebas de celiaquía de manera rutinaria, ya que la evidencia no respalda una relación causal definitiva. La decisión debe basarse en la presencia de síntomas sugestivos o en antecedentes clínicos relevantes.
Conclusiones:
Parece que se da una prevalencia ligeramente mayor de celiaquía en niños y adultos con TDA-H en comparación con la población general. Sin embargo, la relación aún no es considerada lo suficientemente sólida como para justificar el cribado universal en todos los casos de TDA-H, ni para recomendar dietas sin gluten sobre todo sin un diagnóstico confirmado de celiaquía.
Seguirá siendo fundamental que se considere cada caso individualmente, evaluando síntomas asociados y antecedentes familiares, y que las decisiones se basen en la evidencia científica actual. La investigación continúa y se necesitarán estudios más controlados, amplios y longitudinales para esclarecer la relación entre TDA-H y la celiaquía.
La investigación en este campo está en auge, y futuros estudios podrán determinar si la relación entre TDA-H y celiaquía es de causa, efecto o mera asociación. Así mismo, según avance la comprensión de los mecanismos inmunológicos y neuroinflamatorios también se podrán abrir nuevas vías para intervenciones terapéuticas personalizadas, que mejoren la calidad de vida de quienes padecen estos trastornos.
Ana Ruiz Montoya
Psicóloga Col. Nº M-16245
Centro Psicológico Loreto Charques
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