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Adicciones e infancia.

  • Foto del escritor: Centro Psicológico Loreto
    Centro Psicológico Loreto
  • 28 may
  • 2 Min. de lectura

Adicciones e infancia.
Adicciones e infancia.

Adicciones e infancia.

 

Las adicciones (alcohol, droga, comida, etc.) u otras conductas compulsivas están profundamente relacionadas con las experiencias de la infancia, especialmente aquellas que involucran trauma, negligencia, carencias emocionales o estilos de apego disfuncionales.


Esta relación se puede entender desde varias perspectivas psicológicas:

 

REGULACION EMOCIONAL:

 

En la infancia aprendemos a regular nuestras emociones a través del vínculo con los cuidadores.


Si no hubo una figura que ayudara a procesar el miedo, la tristeza o la frustración, el niño puede crecer con un sistema nervioso desregulado.


Las adicciones en la adultez, suelen ser una forma de paliar o regular emociones que no se saben sostener de otro modo.

 

APEGO Y VÍNCULOS:

 

Si en la infancia se experimentaron vínculos inseguros, abusos o pérdidas de seres queridos, puede desarrollarse un sentimiento profundo de vacío que en la adultez se van a tratar de llenar con estas conductas adictivas, como medio de compensar o adormecer ese dolor primario.

 

PATRONES DE EVITACIÓN:

 

El trauma infantil no elaborado, tiende a generar mecanismos de defensa que se perpetúan en la adultez.


Una adicción puede ser una manera de evitar el contacto con partes internas dolorosas o con memorias traumáticas. En este sentido, la adicción no es el problema en sí, sino la consecuencia de ese vacío interior que la persona trata de llenar de esa manera como “solución” a esos problemas.

 

AUTOIMAGEN Y VERGÜENZA:

 

Los niños que crecieron en ambientes críticos, humillantes o inestables, a menudo desarrollan una autoimagen negativa, en la que la bebida puede “funcionar” como forma de ser más abierto y popular, o como “castigo” hacia uno mismo.

 

HERENCIAS FAMILIARES:

 

Las adicciones también pueden estar relacionadas con patrones transgeneracionales: historias familiares no resueltas, secretos, duelos no elaborados, o roles impuestos.

En estos casos, el síntoma (adicción) puede estar hablando de algo que no se pudo elaborar en generaciones anteriores.

 

 

EN RESUMEN:

 

La adicción la mayoría de las veces no es el problema, sino un intento de resolver un dolor mucho más profundo, muchas veces originado en la infancia.

 

Por eso el abordaje terapéutico más efectivo no es solo trabajar con la adicción en sí, sino que debe acompañar a la persona a reconectar con su historia, a sanar vínculos internos y a desarrollar nuevas formas de sostenerse emocionalmente.

 

¿Te atreves a empezar por ahí con nosotros?

 

María Jurado Madico

Psicóloga Col. Nº M-08685

Centro Psicológico Loreto Charques

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