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Flexibilidad Cognitiva: La clave para adaptarse, aprender y crecer.

  • Foto del escritor: Centro Psicológico Loreto
    Centro Psicológico Loreto
  • 30 jul
  • 2 Min. de lectura
Flexibilidad Cognitiva: La clave para adaptarse, aprender y crecer
Flexibilidad Cognitiva: La clave para adaptarse, aprender y crecer

Flexibilidad Cognitiva: La clave para adaptarse, aprender y crecer.


Vivimos en un mundo cambiante, incierto, lleno de desafíos y decisiones inesperadas. Por ello, resulta especialmente necesaria una función cognitiva que nos da la posibilidad de movernos libremente entre lo previsto y lo inesperado: la flexibilidad cognitiva.


Pero ¿qué es exactamente? ¿por qué debería de importarnos? y, ¿cómo afecta esta capacidad a las personas con TDA-H?


La flexibilidad cognitiva es la capacidad cognitiva que nos permite cambiar nuestra manera de actuar y pensar para lograr nuestros objetivos cuando cambian las circunstancias o ante situaciones nuevas.

Damos uso a esta habilidad cuando, por ejemplo, nos adaptamos a nuevas normas, aceptamos un punto de vista diferente sin anularlo o cuando improvisamos un cambio de planes sin que nos genere malestar o se nos venga el mundo abajo.


¿Por qué es tan importante?


La literatura científica nos da evidencias de que no solamente es una habilidad que, como ya hemos dicho, permite adaptarnos a cambios, sino que, además, está relacionada con un correcto desarrollo social y emocional y con el rendimiento académico. Esto se debe a que es la competencia nuclear de otras capacidades esenciales como son: la creatividad, la resolución de problemas, la empatía y el pensamiento crítico.


Flexibilidad cognitiva y TDA-H


Esta capacidad se engloba dentro de las llamadas funciones ejecutivas, que son aquellas que guían y dirigen nuestro pensamiento y acción. Serían como las directoras de orquesta del resto de funciones cerebrales.


Una de las características comunes entre las personas con TDA-H es un déficit ejecutivo. Por lo que es posible que la capacidad para flexibilizar el pensamiento y conducta esté afectada.


¿Qué implicaciones tiene una baja flexibilidad cognitiva?


Cuando existe un déficit o afectación de esta habilidad es frecuente encontrarnos con:


  • Rigidez mental ante nuevas ideas o planes.

  • Dificultad para cambiar de tarea o dejarla a medias.

  • Elevado sentimiento de frustración ante el error.

  • Baja tolerancia a la ambigüedad y a lo incierto.

  • Menos habilidades sociales por no adaptarnos a las necesidades o sentimientos de los demás.


¿Se puede entrenar?


El punto positivo es que sí, se puede. Existen diferentes estudios que demuestran que las intervenciones psicológicas no solo aumentan esta capacidad, sino que esta mejora repercute positivamente en la calidad de vida de las personas. Algunos recursos sencillos para comenzar podrían ser:


  • Hacer cosas nuevas. Elige un camino distinto para ir al trabajo, cocina una receta desconocida o escucha un género de música desconocido. Cambios pequeños entrenan tu cerebro para adaptarse.

  • Aprende desde otras perspectivas: lee sobre ideas diferentes a las tuyas o escucha sin interrumpir. Salir de tu zona de confort ideológica te hace más ágil.

  • Cuestiona tus hábitos ¿por qué haces aquello de esta manera? ¿qué pasaría si lo hicieras de otra forma?

  • Haz ejercicios mentales que requieran que modifiques tus estrategias en función de las decisiones del oponente o la situación: Jugar a distintos juegos de mesa: UNO, Dixit, Set;  o Juegos mentales: como las palabras encadenadas con normas o las adivinanzas con pistas progresivas.

 

Pablo Javier Delgado Álvaro

Psicólogo Col. Nº M-43262

Centro Psicológico Loreto Charques

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